El miedo corre desenfrenado por todo Tokio con la revelación de que los demonios existen entre nosotros. La paranoia y el lado más oscuro de la humanidad hierven en las calles cuando la gente se enfrenta entre sí, sospechando que cualquiera podría ser un demonio escondido en ropa humana. En medio de las crecientes tensiones, la tragedia golpea a Akira, lo que hace que su mente se rompa, retirándose a su subconsciente, permitiendo que su diabólico alter ego Amon se libere de la jaula de carne de Akira y cause estragos tanto en humanos como en demonios.